martes, 18 de octubre de 2011

EL DÍA DESPUÉS DE LA PASTILLA DEL DÍA DESPUÉS

Una chica Eurofem sabe cómo cuidarse.
Sabe qué debe y que no debe hacer en la intimidad.


Sabe cuáles son los medios de prevención de todo  tipo de enfermedades de contagio sexual y está convencida de que  traerá al mundo a una criatura perfecta cuando SU reloj  biológico de la hora exacta.
Sabe que los encuentros casuales con hombres de una noche para ella son, como decirlo... Como el chocolate de oferta. Hace mal, pero  igual lo compra.
Y sabiendo todo esto, y habiendo leído manuales y tratados de contracepción en todas las revistas del corazón. Siendo una especialista en el tema ( maniática del " O te lo pones o no hay postre") se encuentra en medio de su peor pesadilla.
Son las 4.56 de  la mañana de un domingo. Madrugada compleja para salir a comprar las pastillas del día después, luego de que el pobre muchacho confirmara con mirada de nene de  5 años que rompió un jarrón con la pelota, que se les rompió la protección.
La chica Eurofem  automáticamente le  ha arrebatado el  condón de las manos,  lo mira como quien cata una gema, casi que te da esa ojeada de experimentado mecánico que sabe que ha salido mal con el auto antes de que  uno pueda decir " me zapatea en el arranque".
Confirma con gesto adusto y olvidando todas las  dulzuras que hicieron que la mosca cayera en la miel, lo obliga   a vestirse a empeyones para que la lleva a una farmacia de turno, a que la ciencia  termine con lo que la naturaleza ha querido.
5.39 El muchacho va de acá para allá por toda la ciudad, haciendo chirrear cubiertas y exigiendo el motor como un  testeador de la  fórmula uno. Ella lo mira y ya se toca la panza pensando " si no baja la velocidad, puedo perder al bebé". Exterioriza el pensamiento en un semáforo y el silencio se adueña del habitáculo por   diez minutos.
5.50 encuentran la Bendita Farmacia, donde la atienda una avejentada señora que  bien podría ser su madre.
Y ella la mira, desesperada y tomándola por las solapas urgida le zamarrea al grito de "  tuvimos un accidenteeee!!".
La de la farmacia mira  a los costados esperando ver ambulancias, un herido al menos, un niño  cortado o volando en  fiebre. Nada, solo una loca y un tipo esperando en el auto con cara de que su equipo se fue al descenso.

-¡Deme la pastillaaa, la pastilllaaaa !!!!-ruge la demente.
La de la  farmacia le hace  ver que  el 60 % de su stock consiste en pastillas ( es parte de ese aburrimiento que dejan entrever los que trabajan en horarios en donde el resto se divierte y les convida con un poco de su descontento).
-La del díaaaa despuéessss!!!- le aulla con un rugido que hace que hasta los semáforos se escondan.
El tipo del auto está haciendo un nudo con el cinturón de seguridad alrededor de su cuello y redactando una carta suicida en la cajita abierta de un ex-paquete de puchos.
La mujer la mira, sabiendo que  juega con la desesperación ajena le pregunta " ¡Cuando pasó todo?".
-Recien!! Reciéeen !!!!- le contesta la otra al borde de las lágrimas.
-Ahh,  pero entonces vení mañana así te doy la pastilla del día después- y le hace un guiño jocoso.
La chica Eurofem emite una risa nerviosa y espera revancha.
La mujer le acerca el fármaco redentor. Cobra y está a punto de  retirase al interior  cuando ve que la  joven eurofémina la llama, con los ojos llorosos de alegría.
Se acerca a la reja que las separa con una enorme sonrisa y le pregunta si desea algo más.
Por respuesta recibe un cabezaso en la trompa.
No se jode con una Eurofémina en sus cabales, mucho menos con una presa del brote.
Esto no se queda acá.. continuará!!

By " ONE DAY AFTER " Colton & Vegas.