lunes, 2 de septiembre de 2013

A ELLAS LES APASIONAN LOS GONDOLEROS

La góndola , el medio de locomoción acuática por antonomasia del romántico empedernido. 

La Eurofémina, el iceberg que hace que Titanic parezca una versión remasterizada de Bambi donde  su madre nunca  muere y todos viven felices comiéndose en un asado a Kate Winslet.
A nuestra chica de culto, le gustan los remadores. Los escaladores de imposibles, los probadores del infinito que podrían ir a la luna de ida y vuelta sólo para saciar la curiosi-

dad de su amada " No es de queso y si, puede que allá peses lo mismo que cuando te conocí".
El chongo de la Eurofémina recibe un duro entrenamiento durante décadas. Cuando los navy seals quieren referirse al dolor, le señalan con respeto. Cuando la Jihad Fundamentalista habla de inmolarse, lo hace con su nombre. Cuando la Mosad deja a sus reclutas en medio del desierto para pruebas de supervivencia, les obsequia una foto de este alpinista del Everest sentimental con un sencillo rótulo que reza " recuerde mantener la sonrisa, al menos Usted no es Él".

El no conoce límites,  sus brazos pueden cargar siempre una bolsa más ( en el super, en el shoping, en la salada da igual). Sus piernas nunca se agotan, puede mirar vidrieras al lado de su chica por semanas sin comer ni beber. Pueden dejarlo plantado media hora sosteniendo una cartera con cara de pelotudo ante la risa de los transeúntes y no se marcharía...

Para afrontar la charla entre amigas a donde ha caído, se foguea metiendo su cabeza en la pajarera cubierto de maíz pisingallo. A los 3 minutos un agente entrenado de la ex KGB estaría dando los códigos de lanzamiento de sus ojivas nucleares. Él  puede estar en una reunión de tupper con  nueve mujeres al unísono y luego mirar fijamente una soga sin temor a colgarse.
El chongo tiene los huevos de acero vanadio. Soporta críticas de todo tipo, llantos erráticos, ataques de furia por cosas que ocurrieron cuando Menem estaba en la presidencia y él creía olvidados. Puede sentarse en la mesa del cartel más peligroso de Colombia, darle dos vueltas a la ruleta rusa, ponerse una remera que diga " Soy de la DEA cabrones"  y decorar un lemon pie al mismo tiempo.
Son gondoleros, remadores por excelencia. Que cuando ven la catarata arriba se ponen contentos, y cuando encima les cortan el agua, se cargan la canoa al hombro y la suben haciendo malabares con el celular mientras tipean " bancame cinco minutos que estoy llegando".
Ella hasta es capaz de contestarle " dejá no vengas".

Hay un cielo especial para estos hombres y se llama neuropsiquiátrico.


By Colton " ahhhh Veneeeeziaaa miaaaa" & Vegas.