jueves, 11 de junio de 2009

RESPONDE EL DOCTOR AMOR PARA EUROFEM


UNA ANTITETÁNICA AL AMOR LIBRE: Un relato desgarrador sobre la historia de Dalila y Julian. A veces los excesos son un parque nudista con tobogán de papel de lija que da a una pelopincho llena de alcohol.
" Mi consejo es saber detenerse antes de la ampolla post menesunda...." DalilaJulian siendo llevado por la caa después de querer tumbarse todo un Frávega en dia de descuentos.

Con mi Ex nos vimos por primera vez en una muestra de arte con objetos reciclados en la casa de unos amigos en Caballito. Fue lo que se dice, calentura a primera vista. Salimos esa noche a tomar un café a la vuelta, pero resultó ser que el café estaba cerrado y lo único abierto que vimos fue un hotel alojamiento con dos por uno. Nos mandamos como para refugiarnos de la lluvia de soledad que veníamos padeciendo hacia meses y nos cobijamos en los brazos del otro después de una de las noches más locas de toda mi vida.
Empezamos viéndonos día por medio, un poco en su casa y un poco en la mía, lo cual era un bardo porque vivo con mi abuela que, está medio sorda, pero no boluda y a la tercera de cambio se dio cuenta de que al porta retrato del Abuelo Eusebio no lo movía un poltergueist sino el traqueteo de cama contra la pared de mi habitación de al lado.
Entre nosotros el sexo fue una escalada de amenzas y violencia. Me llamaba por la tarde y me decía " esta noche te doy " y esa noche me daba. Era una carrera armamentìstica de sensaciones en la que cada uno traía sufieciente cachondeo como para repoblar el sur de la Patagonia en medio de una nevada intensa.
Me dió un poco de cosita cuando nos hicimos el primer piercing juntos. Yo tenía ganas de hacerme uno en el ombligo, pero él venía con otras intenciones. Cuando llegamos a la galería me mostró una carpeta de fotos de gente con perforaciones en "la zona".
"Un amigo se puso un piercing ahi!" me dijo, tomándose decorosamente de la zona púbica.
"Dicen que está buenísimo, que sentís mucho más...."me explicó, buscando creo un poco de complicidad de mi parte.
La cosa es que dos semanas después de que me hice el mio, el vino a verme con el suyo. La Abu visitando parientes y la casa para nosotros solos. ¡Era un festín! Empezamos por la cocina, de ahi a la pieza, nos llevamos desde el piso del baño hasta la mesa del comedor donde casi bajamos una repisa llena de adornos. Llegamos al cuarto y se echó en su sueño profundo. Me dediqué a mirar meticulosa al nuevo implemento y me dió mucha gracia. ¿En que estaría pensando? ¿Como no le duele?
Me puse por demás curiosa y dándole rienda suelta a la locura me busque unas bolitas imantadas que compre en el barrio chino y jugué con el por casi una hora hasta que le sonó el celu. Se fue para la cocina a comer algo algo y nunca volvió, fui a buscarlo a los 20 minutos preocupada y lo vi desnudo, abrazando y jaloneando contra la heladera..
"Le está dando murra a la heladera" pensé....
Y me interrumpió con un grito " ¿Qué haces ahi parada? ¡Vení y ayudame!"
No supe bien que hacer así que empecé a vitorearlo en su nueva afición, pensando, " en las buenas y en las malas.... y pensar que todas las veces que me dijo que estaba hecha una heladera me estaba largando un piropo".
Se excusa diciendo que tiene la pitulina imantada...
¿Que puedo hacer ahora?
Besos
Dalila de Caballito.


DR. AMOR:
Querida
Dalila, su caso es complejo y atípico, si su pareja continúa con esta ELECTRODOMESTICOFILIA tómese la molestia de llevar a un técnico a su próxima visita ginecológica y hágase poner una lamparita. Y si con eso no funciona pruebe darle celos con la waflera.

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