El teléfono suena en la redacción de Eurofem, con su campanilleo de estación de bomberos y noticias más urgentes que el clásico " ¡Vengan que se me prende fuego mi saca!!". Es alguna de nuestras lectoras que se toma a pecho nuestra condición de bibliorato de los menesteres entre uno y otro sexo y nos arrima una historia para el tintero.
En este caso, la joven Eurofémina padecía de un fenómeno que venimos retratando durante nuestras reuniones de grupo pero al que no le habíamos dado su respectiva misiva. Consultados por Neurólogos y patólogos hemos dado en llamarle AMNESIA PRE COITAL.
El cerebro es, maquinaria perfecta de cálculos imprecisos, una fuente de recopilación de datos que une las experiencias sensibles con el accionar del individuo. Se da detectado inclusive en Euroféminas aparentemente sanas, una tendencia a sobreescribir los patrones milenarios de aprendizaje, dando lugar a una cantidad de anomalías de conducta que solo parecen mitigarse con helados de alto contenido calórico, charlas sin mayor sentido que el de emitir aire caliente en un canturreo interno que al exteriorizarse resulta carente de todo significado y una extraña necesidad de humectarse los ojos por horas. Mirarse al espejo, verse feas, volver a humectarlos, duplicar la ingesta calórica, comprar una revista, leer un especial de tejidos, consumir los ahorros de los últimos meses en dos casas de moda y finalmente quedar satisfechas, sentadas en un sillón con cosas que probablemente no usen o que consideren ridículas y deban ponerse de igual modo, más que nada porque a la temporada entrante serán otro fiasco de estilo que estimula la industria lanera.
La amnesia pre coital funciona desplazando las neuronas que, gracias al accionar de la amídgala, registran ciertas experiencias como displacenteras. Vayamos a un ejemplo para clarificar:
Sujeta A llama a Sujeto B y acceden verse en Restaurante C.
Sujeto B le franelea durante un par de horas fingiendo interés desmedido en la charla y contestando regularmente. Paga la cuenta en C y se van al departamento que , casualmente es un cuarto "D". Sujeto B promete portarse como un caballero y Sujeta A, se aferra a esa idea hasta que decide que lo que desea con B es que B justamente, falte en todo a su promesa. Sujeta A se deja llevar pos los impulsos más bajos mientras que el sujeto que vive abajo ( el famoso tercero en discordia que vive también en el D pero del piso inferior) empieza a golpetear al techo con un palo de escobas, temeroso de la integridad estructural de todo el edificio y carente de excusas ante la mirada de sus hijos de 5 y 7 años que quieren saber si lo que mueve las lámparas del techo es un temblor o solo fantasmas.
Sujeta A se alza en un frenesí poco amistoso para con el resto del CONSORCIO y logra sacar de Sujeto B invocaciones y juramentos que valdrán menos que el peso argentino de acá a dos años. Así y todo logran un ir y venir de alcoba que cambia dos grados el eje de la Tierra. Nieva en Misiones durante toda esa noche y se pierde la cosecha de Yerba Mate y como yerba ya no queda, continúan meciendo el bowl como si hicieran mayonesa. Cosa que Sujeta A ha esperado con más ansias que la tribu MOKAWI, la lluvia en el Zerengueti.
La Sujeta A, presa de la exaltación del momento, de los gritos de los chicos del tercero D, de medio derpa que ya se ha asomado a las ventanas para ver quien se empeña en realizar trabajos de demolición a esas horas ( porque así es como suena ese bendito somier) se va ante la excusa de B de tener una reunión temprano por la mañana.
Al día siguiente. A llama a B, B no responde, A repite y B persiste en su negativa de atender. A lanza conjeturas sobre destino, avatares del celular de B, posibles secuestros y raptos, se hace asesorar por amigas y conocidas, se deprime, pasa por la puerta de C y de repente se le escapa un llanto ( que hace que el dueño que estaba en la puerta , se acongoje y abandone el negocio para ponerse una cancha de paddle), camina a las apuradas y rompe un taco, maldice a B, a todos los B en su vida, anteriores, presentes y venideros. Les desea la muerte más atroz en masa, en un gran caldero que les queme los huevos en aceite de motor y con el tiempo ( y terapia) lo supera ( o no, tampoco es el caso).
Luego de unos meses, B se libera del cautiverio, consigue dar con el chino que hizo su celular y gracias a múltiples adelanto de la técnica y la informática le devuelven la vida al aparato que hasta entonces parecía muerto luego de un " se me cayó en un charco" y la llama.
Sujeta A, recorre con la memoria todo el acontecer de eventos ya vivido y llega a una conclusión de autopreservación y lógica " mandarlo a la mierda". Automáticamente, células aún no identificadas, toman el control del raciocinio, inutilizan el canal con la amígdala, puentean receptores sensoriales de peligro y recodifican todo en un " Ok, salimos el jueves".
Eso es, de acuerdo a los libros de medicina clínica, daño cerebral. Y es bueno hacerlo ver por un profesional de la cartilla.
By Dr Colton & MHD Vegas.
Sos brillante
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