QUE HACEMOS CUANDO EL QUIERE "PROBAR COSAS NUEVAS"

"Gorda, esta noche...¿ no te pinta colectora?..."

Y la historia viene así: Se hicieron amigos, un día escabiaron, se comieron a besos, terminaron encamuchados. Él te miró y se dijo "estoy super cómodo", vos lo miraste y pensaste no será el padre de mis hijos, pero "para sacarse el frío del invierno" no viene mal. Se dieron masa, mucha masa ...Y la masa te llevó a leer sobre el sesso tántrico. Y a vos te dio vuelta la idea y a él.. A él lo pudo el sueño, se apoliyó en todas y cada una de las veces que vos estabas con el kamasutra en la mano intentando explicarle las ventajas de mirarse fijo media hora antes de ponerla porque los indúes en eso la tenían super clara. Fueron por toda la casa, por el cuarto, por el baño, hasta se dieron matraca arriba de la mesada donde intentaste amasar los ñokis "favorita" ( añada agua y listo) en su honor para que viera que vos eras una chica super doméstica... Y te salieron un masacote de engrudo mojado que ni el perro quiso tocar ( miento, probo un poco y después paso media hora lamiéndose las intimidades para sacarse el gusto). Y aún así viniste con harina en la puntita de la nariz y el delantal lleno de tuco ( también comprado) y pusiste cara de cachorro de Golden en la vidriera de veterinaria en un día mojado, para continuar con ese frenesí de cópula y apareamiento que es el deleite de las comidillas de vecinas del barrio ( Como grita esa chica del sexto B!!!).
Todo venía sobre patines y de repente, ñakate! El gordo te puso cara de que se le había caído una idea de ese frondoso árbol de pelotudeces que tiene el descaro de compartir con vos en las charlas postcoitales y que vos aceptas porque es la única manera de que el lirón hijo de puta no se eche a roncar a pata suelta sin decir siquiera un "gracias".
Te lo ves venir: hace dos semanas que el flaco con más puntería de toda tu carrera acusa problemas "de mira" en mitad de la noche y te quiere violentar la tranquera. -¿Ay que hago?- decís vos;- ¿Me hago la histerica ortiva y le grito "¡Atráaas vándalo cuatrero! o punteo a ver que onda?-

Es un tema que ha generado no pocas incertidumbres. Están los abolicionistas ( -andá con una puta si querés esas cosas cerdo inmundo!!!- o -noo, es mi novia, no le puedo pedir eso....-) y los que están muy a favor. Todo siempre con mesura. Y se los digo por dos experiencias que me han tocado en lo personal. No ha sido la historia que se escuchó en un bar ni suelta en un subte. Una amiga del barrio, se entregó fulero y después no pudo parar. Durante dos años no pudimos parar de hacerle chistes, tres por noche y todos sobre lo mismo. Y lo peor de todo, siguen apareciendo! No quería deschavarla así a Titi porque quedaría como el ojet... ven no puedo parar, es adictivo! La otra, aún peor. Fiat Uno, noche de emperne en Villa Cariño. Año 1997 y nos vamos con la camioneta llena de guachos a ver como otros la ponen en el bajo de San Isidro. En eso se escuchan cachetazos y el temido " ¡sacala que me cago!" -trademarck patente en trámite- ( juro que fue asó )y sale la mina del Fiat llorando a moco tendido. El pibe se quería matar. Y por como miraba a la chica, creo que también a ella.
Moraleja, si en el furor de la batalla la enebreta esquivadiza no fue lo suficientemente subliminal y te animás dale para adelante. Sinó, haceselo entender con mucha cortesía. Y si ves que insiste, mostrale el palo de amasar y decile " Dale gordo, pero empezamos con vos...."

Ahh el amor....